Clima y tiempo - Cantabria (España)

Índice

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• Introducción - Santander
• Cuándo ir

Introducción

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En la comunidad autónoma de Cantabria, correspondiente a la provincia de Santander y situada en el norte de España, el clima es fresco y húmedo en la costa, debido a la influencia del Océano Atlántico, mientras que en las zonas del interior se vuelve más frío a medida que aumenta la altitud, y más continental en el sur. En la costa (llamada "La Marina") los inviernos son templados y lluviosos, y los veranos son frescos y bastante soleados. Las perturbaciones atlánticas pueden pasar todo el año, aunque conceden un relativo respiro en verano, cuando de cualquier forma pueden producirse lloviznas y cortos chaparrones.
El viento sopla frecuentemente, de hecho hay varias playas frecuentadas por surfistas.
La niebla también es frecuente: puede ocurrir durante todo el año, cuando no hay viento, y también en las noches estivales, especialmente a lo largo de la costa y en los valles.
Las precipitaciones son bastante abundantes en la mayor parte del territorio, ya que rondan los 1.000/1.200 milímetros por año en las costas, mientras que pueden superar los 2.000 mm en los valles y colinas del centro-norte y en las zonas montañosas, de modo que el paisaje es verde. Solo en la parte más meridional (en la comarca de Campoo-Los Valles, ver Reinosa, Valderredible) y en algunos valles protegidos (valle de Liébana, ver Potes), las precipitaciones oscilan entre 700 y 850 mm. El verano es la estación menos lluviosa en todas partes.
En invierno, el aire frío del noreste puede traer días fríos y ventosos, pero en la costa es raro que haga mucho frío (los récords de frío son sólo unos pocos grados bajo cero). Sin embargo, incluso en los días suaves el viento puede aumentar la sensación de frío. La nieve, muy rara en la costa, se hace más frecuente en las zonas montañosas del interior, mientras que en los picos montañosos puede haber abundantes nevadas. También las heladas son raras en la costa, y en cualquier caso, son ligeras, mientras que se vuelven más frecuentes, y a veces pueden ser intensas, en las zonas del interior.
En verano, las temperaturas son frescas a lo largo de la costa y en las zonas montañosas del interior; en el sur, aunque no hay llanuras, incluso a altitudes de 600/700 metros, los días calurosos se hacen más frecuentes, con máximas de 30 grados y más, ya que se está cerca de la meseta, la árida meseta española. En verano, cuando la presión alta es más frecuente, hay muchos días soleados en las montañas y en el sur de la región, donde sin embargo pueden estallar tormentas eléctricas por la tarde o por la noche. En cambio, a lo largo de la costa se puede formar niebla por la noche y por la mañana temprano, también a menudo se forma una capa de nubes debido al mar frio, que trae la llovizna, llamada morrina, especialmente a finales de primavera y a principios de verano.
La primavera y otoño son temporadas inestables, caracterizadas por el paso de frentes que traen nubes y lluvia (y nieve en las montañas), pero también por rápidos aumentos de temperatura cuando sopla el viento del sur, y por bruscos enfriamientos cuando llegan masas de aire frío del Atlántico Norte.



En las areas del interior encontramos colinas, y en la parte meridional una cadena montañosa, la Cordillera Cantábrica, que separa esta parte fresca y húmeda de España de la árida meseta; en particular, en la parte occidental encontramos los Picos de Europa, que Cantabria comparte con las Asturias.
El pico más alto de Cantabria es la Torre Blanca, de 2.618 metros de altura y situada en el límite con Asturias, mientras que la Peña Vieja, de 2.617 metros de altura, se encuentra íntegramente en territorio cántabro.
El viento que baja de las montañas puede causar aumentos repentinos de temperatura, gracias al efecto föhn, de modo que a lo largo de la costa pueden superarse los 20 °C en pleno invierno, 30 °C en otoño y primavera, y 35 °C en verano, cuando sin embargo este viento es raro.



En la costa hay bahías y ensenadas, como la bahía de Santander, o las lagunas del Parque natural de las Marismas de Santoña, Victoria y Joyel.
A unos diez kilómetros de la costa encontramos el Parque Nacional Secuoyas del Monte Cabezón, donde hay un bosque de Sequoia sempervirens, mientras que a pocos kilómetros de la costa encontramos las Cuevas de Altamira, famosa por sus pinturas rupestres del Paleolítico, y Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO.
En Cantabria nace el río Ebro, en el Pico Tres Mares, una montaña de 2.173 metros de altura; en los alrededores de Reinosa el río se ensancha en un embalse artificial llamado embalse del Ebro, a 800 metros de altitud.

Santander

En la capital, Santander, situada en la costa, la temperatura media en enero y febrero es de 10,5 °C, la de agosto de 20,5 °C. La oscilación térmica diurna se reduce generalmente debido a la influencia del océano. En verano, una estación que a menudo sabe a primavera, es muy raro que la temperatura alcance o supere los 30 °C (puede que ni siquiera ocurra durante todo un mes estival). Los récords de frío son de -5 °C, los de calor de 37/38 °C.
Aquí están las temperaturas medias.

En Santander, caen 1.115 milímetros de lluvia en un año, con un máximo en otoño e invierno, y un mínimo en verano, cuando llueve 8/9 días al mes.

La insolación en Cantabria no es muy buena, especialmente en la parte centro-norte. En julio y agosto, hay 6 horas de sol al día en la costa y en Santander; en las demás estaciones, y sobre todo a finales de otoño e invierno, es aún peor, y el cielo suele estar nublado.

El mar a lo largo de la costa de Cantabria está muy fresco incluso en pleno verano, ya que alcanza los 20 grados centígrados en julio y los 21 en agosto.

Cuándo ir

El mejor período para visitar Cantabria es el verano, de junio a agosto o la primera mitad de septiembre, siendo el menos lluvioso y el más soleado. Julio y agosto son los meses más calurosos y menos lluviosos. Sin embargo, incluso en pleno verano, hay algo de lluvia, y algunas noches frescas en la costa, y un poco de frío en las zonas del interior.
En verano, en los días despejados, se pueden hacer algunas paradas en el mar, y tomar sol, con una temperatura del aire a menudo agradable y una brisa fresca del océano, aunque, como se dijo, para nadar, el mar está un poco frío.

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