Olas de frío y calor en Francia
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Olas de frío
En general, Francia no está particularmente expuesta a las olas de frío, porque las corrientes predominantes provienen del océano. Los vientos del norte pueden ser fríos, pero como deben cruzar el océano, no son heladas. El verdadero frío viene del este o noreste, de Siberia o del Ártico ruso. Las zonas más expuestas de Francia son las del interior, a cierta distancia del mar, y especialmente las orientales. En las últimas décadas, las olas de frío son cada vez más raras y más cortas debido al calentamiento global.
Después de las de 1929, 1942, 1947, 1956, 1963 y 1971, la última gran ola de frío fue la de enero de 1985, cuando la temperatura descendió a -25 °C en Chamonix, -24 °C en Aurillac, -23 °C en Clermont-Ferrand y Saint-Étienne, -21 °C en Dijon, -20,5 °C en Annecy, -20 °C en Lyon, -19 °C en Mulhouse, -18,5 °C en Toulouse, -18 °C en París y Grenoble, -17,5 °C en Estrasburgo, -16 °C en Burdeos y Aix-en-Provence, -13 °C en Dunkerque, Nantes y Aviñón, -12,5 °C en Marsella, -12 °C en Nimes, -11,5 °C en La Rochelle, -7 °C en Niza y Perpignan, -6,5 °C en Brest y Toulon, -5 °C en Ajaccio, y -3 °C en Ouessant.
Posteriormente, se produjeron otras olas de frío en febrero de 1986, enero de 1987, febrero de 1991, diciembre de 1996, diciembre de 2009 y febrero de 2012.
Olas de calor
En el pasado, Francia se vio afectada con aun menos frecuencia por las olas de calor, dada la latitud relativamente alta y la prevalencia de las corrientes oceánicas. Sin embargo, en las últimas décadas, debido al calentamiento global, las olas de calor de origen africano se han convertido en más que una posibilidad, ya que los períodos muy calurosos, generalmente de corta duración, ahora ocurren casi todos los veranos. El aire cálido procede del interior argelino tras pasar por España, y por tanto sin haber perdido gran parte de sus características iniciales.
Se descubrió que las zonas interiores del centro-norte son vulnerables vulnerables a estos episodios de calor. Aún más afectadas son las áreas del sur a cierta distancia del mar (ver Toulouse, Nîmes, Aviñón). Las zonas menos afectadas son las costas oceánicas, en particular la norteña, con vistas al Canal de la Mancha, y la Costa Azul también es generalmente menos afectada.
En agosto de 2003, hubo una ola de calor histórica que también fue muy larga, tanto que la temperatura se mantuvo durante unos diez días seguidos en 37/40 °C en París y en muchas ciudades del interior. El 12 de agosto de 2003, la temperatura alcanzó los 44 °C en Conqueyrac, 35 km al noroeste de Nîmes. En cambio, alcanzó "sólo" 35 °C en Brest y Niza, y 36 °C en El Havre.
A partir de entonces, hubo varias olas de calor, especialmente a partir de la década de 2010, aunque de menor duración.
El 28 de junio de 2019, en Gallargues-le-Montueux, localidad situada a unos 20 km al suroeste de Nîmes, se registró el récord absoluto de calor en Francia, con 45,9 °C.
A finales de julio de 2019, se batieron varios récords de calor, muchos de los cuales databan de 2003. Por ejemplo, la temperatura alcanzó los 42 °C en París, 41,5 °C en Lille, a 41 °C en Dunkerque, Le Mans y Burdeos, y a 40 °C en Nancy.
En 2022 hubo varias olas de calor de junio a agosto, y en la más intensa, en julio, se batieron récords sobre todo en el oeste: 42 °C en Nantes, 41,7 °C en La Rochelle, 40,5 °C en Rennes, 40 °C en Saint-Malo, Caen y Calais, 39,3 °C en Brest y 38 °C en Limoges.
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